viernes, 12 de noviembre de 2010

EL SER HUMANO COMO SER HOLÍSTICO

Hace tiempo que estoy queriendo escribir sobre lo que se conoce como Psicosomática que supone que un conflicto psicológico determinado acaba produciendo un síntoma físico.
Yo iría más allá de esta definición y diría que el todo influye en el todo porque el ser humano es un ser holístico integrado por cuerpo, mente y espíritu. En relación con esto no creo que únicamente los conflictos psicológicos den lugar a síntomas físicos, sino que también un síntoma físico determinado puede dar lugar a uno emocional y otro emocional a uno energético. Y así podemos seguir la cadena indefinidamente porque lo que ocurra a cualquiera de estos niveles nos influye invariablemente porque somos una unidad.

La medicina tradicional china es la que mejor ha trazado la relación existente entre los diferentes órganos y las emociones correspondientes. Si os digo la verdad no soy la más indicada para hablar de esto (seguro que hay personas que pueden ilustrarlo mejor) pero he leído un poco sobre el tema y me parece de lo más interesante.

Sintetizar un unas pocas líneas la sabiduría oriental es algo que no pretendo por lo complejo que es pero sí dar algunos apuntes sobre el tema que nos ocupa. 

Retomando lo dicho al principio, es cierto que quería escribir sobre esto pero no sabía bien cómo hacerlo ni cómo abarcarlo, pero me he decidido porque ayer la clase del taller de narrativa estaba dedicada a Franz Kafka y conocí un dato muy interesante sobre la vida del autor que viene al hilo de lo que estoy planteando: Kafka enfermó de un pulmón tras un desengaño amoroso que le afectó profundamente.
Tras explicar esto, la profesora conocía la relación que establece la medicina oriental al considerar que "los conflictos del alma acaban por manifestarse en el cuerpo".
Cuando explicó esto empecé a recordar lo que sabía sobre el tema y caí en la cuenta de que el pulmón se relaciona con la tristeza y pensé que no era casualidad que después del mal de amores el autor enfermara de tristeza.

A grandes rasgos podemos articular la siguiente relación entre algunos órganos-emociones:

Pulmón: Tristeza
Riñones: Miedo
Hígado: Rabia
Corazón: Odio
Bazo: Preocupación
Estómago: Rechazo

(Aviso a navegantes hipocondriacos: no creais que lo teneis todo. Simplemente es algo interesante para conocerlo y saber más).

Sin dejar esto a un lado vamos a tomar otro síntoma, las alergias, como ejemplo. Los expertos han advertido que en los últimos años ha habido un incremento de población alérgica, y esto no deja de ser un mero dato sin importancia. ¿Pero qué pasa si relacionamos este proceso con el aumento del rechazo general en la sociedad? Al hablar de rechazo me refiero a la intolerancia. Cada vez aguantamos menos al diferente/lo diferente o no soportamos ciertas cosas que nos producen rechazo. Nos volvemos más y más intolerantes y la alergia aumenta. Con esta explicación no hace falta que os diga de dónde viene la alergia...

Pero podemos hacer más analogias que he extraido del libro "La enfermedad como camino" de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke (Debolsillo) que me más me impactaron. Los autores postulan también por una visión total del ser humano y se basan en investigaciones que han ido realizando a lo largo de los años. Desde mi punto de vista no es un libro para leerse de principio a fin pero sí os lo recomiendo si os interesa el tema para hacer hincapié en aquellos apartados que sean de vuestro interés.

En el citado libro podemos encontrar las siguientes relaciones:

Fumar: Tiene que ver con problemas de comunicación y con un ansia por satisfacer deseos de libertad.
Problemas con el alcohol: El que bebe desea "un mundo sin penas ni conflictos".
Bulimia: Se relaciona con la no asimilación de lo que vamos aprendiendo en la vida.

Las adicciones en general tienen que ver con la búsqueda y la huida de algo al mismo tiempo. (Como hemos hablado en otras ocasiones para entender esto es necesario romper con la polaridad y observar que los opuestos en realidad son lo mismo porque no hay uno sin otro).

Insomnio: Incapacidad para dejarse llevar o abandonarse a lo desconocido.
Depresión: Represión de impulsos agresivos. Incapacidad para afrontar determinados aspectos.
Fracturas: Indican exceso de rigidez.
Morderse las uñas: Incapacidad para defenderse o represión de la agresividad.
Migrañas: Problemas con la sexualidad. Bloqueo de la sexualidad en la mente.
Problemas respiratorios: Deseo de ambición.

De este modo podría seguir citando un largo etcétera. Me he dejado llevar por aquellos aspectos que me han resultado más curiosos o menos conocidos.

Y ahora os preguntareis, ¿y sabiéndo esto que podemos hacer? Es lo mismo que me planteaba yo cuando en verano hice el curso de psicosomática. Y la respuesta que yo encuentro más coherente es para conocernos mejor, para conocer mejor al otro y para aumentar nuestra consciencia, que al fin y al cabo es hacia lo que nos dirigimos...Y oye, porque el saber no ocupa lugar.

E aquí unas cuantas más causalidades de la existencia.

¡Besitos y hasta la próxima!

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo contigo Nuria, los estados emocionales influyen en nuestros estados físicos y viceversa.
    No sé si has leído el libro de Louise Hay titulado "Tú puedes sanar tu vida", si tienes ocasión y tiempo, léelo. En él se relaciona mucha sintomatología física con los problemas emocionales que podemos tener, incluso llega a decir que el cáncer puede ser provocado por un proceso de resentimiento.
    Un saludo.

    Celso

    ResponderEliminar
  2. Alucino Celso con esto de las sincronicidades! Te explico, resulta que el mes anterior me compré unos cuantos libros y uno de ellos era el que me recomiendas que es el que quiero empezar a leer esta semana, el de Louise Hay sí señor! Gracias por la recomendación, lo empezaré, lo leeré y ya te contaré.
    Yo también había leído lo del cáncer en alguna parte, pero vaya que sí, es muy curioso todo esto. Y lo que nos queda por descubrir...

    Hablamos, un besito!

    ResponderEliminar