martes, 21 de diciembre de 2010

ESENCIAS FLORALES. ¿CÓMO ACTÚAN Y EN QUÉ NOS PUEDEN AYUDAR?

Todavía recuerdo la primera vez que me hablaron de las esencias florales como método terapeútico. Mi primera reacción fue de extrañeza dado que nunca había escuchado hablar de esta terapia y creía que lo que hacía el terapeuta era recomendar una serie de flores al paciente para que las oliera, o las comiera o vete tú a saber.

Curiosa como soy, antes de acudir a terapia busqué por internet información acerca de las esencias florales y de cómo nos pueden ayudar en aquellos momentos en los que lo necesitemos y tuve mi primera toma de contacto con el "universo" de las flores. He de reconocer que el primer día que acudí a terapia lo hice a la desesperada porque tomar química para tratar un problema ansioso-depresivo era la última de las opciones a las que quería recurrir y me sorprendió la efectividad de las flores y su rapidez de acción.

¿En qué consiste la terapia floral?
Me gustaría explicar en primer lugar en qué consiste una terapia floral. Es como acudir a cualquier psicoterapia; terapeuta y paciente mantienen una conversación (de una hora aproximadamente, aunque este dato puede variar) acerca de aquello que le preocupa el paciente, con la diferencia de que a lo largo de esta charla y según aquello que el paciente va contando, el terapeuta anota las flores que éste va a necesitar y que tomará un mínimo de cuatro veces al día y un máximo de seis.

La terapia floral se enmarca dentro de las llamadas medicinas vibracionales o energéticas. Se pueden mezclar en un frasco cuentagotas de 30 ml. normalmente, una combinación de unas seis flores. Esa será la fórmula floral y el paciente tomará 4 gotas de esa fórmula a lo largo del día hasta que la acabe. Cada frasco de esencia floral contiene unas gotas de esa esencia (obtenidas por métodos que no considero oportuno explicar en este post) mezcladas con brandy para su conservación.

Mi primer contacto con las flores no fue nada gratificante y me parece interesante relatarlo para rebatir que las esencias sean mero placebo, y que al contener la energía de la planta si obervamos a través de un microscopio veriamos simplemente agua, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo con la aromaterapia en la que si podemos analizar moléculas.

Si la persona que acude a consulta está realmente mal se le recomienda la impregnación, esto es, tomar 4 gotas de la fórmula debajo de la lengua cada 10 minutos la primera hora, cada 20 minutos la segunda hora y cada media hora la tercera. A partir de este momento se tomará la fórmula unas 4 ó 6 veces al día según estimen terapeuta y paciente.

Aquél día que empecé a tomar flores eran las 20.00h. y me recomendaron la impregnación porque estaba realmente angustiada. Recuerdo aquella noche como algo horrible: no podía dormir, me encontraba muy inquieta, me entraron calambres en las piernas, más ansiedad y al día siguiente me levanté con una depresión más aguda de la que tenía antes de visitar la consulta.

Mi primer pensamiento al levantarme fue de desesperación y obviamente de llamar a mi terapeuta en aquellos momentos para decirle que las flores no hacían nada y que estaba mucho peor, a lo que ella respondió ante mi asombro: "Me alegro muchísimo de que te encuentres tan mal. Significa que las flores han hecho diana y que vamos por buen camino".

¿Cómo actúan las esencias florales?
La esencia floral actúa entrando en contacto con el patrón vibracional que se halla en desequilibrio en la persona que las ingiere. Por este motivo no debe sorprendernos que en un inicio experimentemos un empeoramiento inicial. Las flores vibran a la misma frecuencia que aquello que van a corregir y sacan a flote aquello que van a paliar. Es decir, si la persona está triste al tomar las flores puede experimentar crisis de llanto incontroladas. Esto es bueno porque esa crisis suele cesar a los 2 ó 3 días y la persona experimentará una mejoría notable.

Quizás os pregunteis qué ocurre si el terapeuta nos da una fórmula equivocada. No ocurre absolutamente nada, porque a diferencia de la aromaterapia (pongo este ejemplo porque me parece que se aproxima a las flores por la forma de presentación de los aceites esenciales), la esencia no lleva nada químico y por tanto no puede afectar a nivel orgánico. Simplemente, la esencia no actuará, aunque eso sí, irá ampliando nuestro nivel de conciencia.

En mi caso fue así. Fui a consulta con miedo incluso a coger el autobús, el metro, de salir a cenar...y a los 3 meses de tomarlas volví a hacer vida normal. Fui dando pequeños pasos como coger el autobús después de la terapia para volver a casa, salir a cenar a sitios poco concurridos al principio e incluso a los 3 meses realicé un viaje cortito. Relato esto porque parecen nimiedades pero son síntomas que han sufrido muchas de las personas que han padecido una depresión.

¿Cómo notamos los cambios?
Los cambios que las flores operan en nosotros se van produciendo de forma tan sutil que en ocasiones los nota antes nuestro entorno que nosotros mismos. En cualquier caso, las esencias elevan nuestro nivel de consciencia: hacen que nos demos cuenta de aquello que nos ocurre y de por qué nos ocurre así.

Notamos los cambios que se producen en nosotros como algo innato, como si ya hubiéramos sido siempre así.

Volviendo a mi experiencia personal, el cambio más aparente que noté fue que la segunda noche de empezar a tomar las flores dormí bien, cuando llevaba años de insomnio crónico. Y a día de hoy sigo durmiendo bien.
Después empecé a ver que me relacionaba mejor con mis compañeros de clase (como me dijo Laura, una compañera de clase de terapia floral en aquellos momentos: "Antes de tomar flores parece que estuvieras en una cueva. No hablabas y siempre mirabas hacia abajo"), que me daba cuenta de por qué me sentía mal, que ya no tenía miedo a enfrentarme a mis fantasmas, que me sentía fuerte, que tomaba mis propias decisiones y un largo etcétera.

La psicoterapia con flores duró diez meses pero quedé tan fascinada que a la vez que acudía a tratarme empecé a estudiar terapia floral y los cambios fueron tan positivos , tanto en mi persona como en las que me rodeaban, que las flores me acompañan siempre pues como suelo decir, las esencias marcan el punto de inicio en tu crecimiento personal, pero ese camino es continuo.

¿Qué pueden hacer las flores por ti?
Llegando al final de esta entrada quiero decir que existen en el mundo más de 4.000 sistemas florales distintos. El doctor E. Bach fue el precursor y la mayoría de la gente nombra las flores de Bach como las únicas, pero en mi opinión éstas se quedan cortas cuando uno avanza en su crecimiento personal.
Otros sistemas que existen actualmente son las flores de California, flores del Mediterráneo, esencias chamánicas de México, el sistema Bush-Australia, flores de Saint Germain...Y orquídeas del Amazonas destinadas a tratar aspectos más espiritualizados y que se deben tomar acompañados de algún experto, puesto que vibran a una mayor frecuencia que el resto y si las tomamos sin criterio pueden producir efectos indeseados.

Erroneámente se cree que las flores sólo sirven para tratar desequilibrios emocionales y/o sutiles del Ser, pero no es así. También se pueden utilizar para tratar aspectos a nivel físico como sistema inmunitario deficiente, contracturas musculares, migrañas, dolores de toda índole...Si os interesa leer más os recomiendo el libro del doctor Ricardo Orozco titulado "Flores de Bach. Aplicaciones locales" que ha investigado en este campo.

Me gusta acabar haciendo que reflexioneis sobre un aspecto de la terapia floral y ofreciendo mi punto de vista al respecto.
¿Considerais la terapia floral como terapia única? Mi respuesta es un no rotundo. Opino que las flores son excelentes y nos pueden acompañar tanto tiempo como deseemos pero no pueden abarcar un tratamiento completo. Yo afirmaría que las flores nos alivían, van actuando allí donde nos hace falta pero trabajar sólo con ellas hace que nuestro trabajo como terapeutas sea pobre.

El ser humano es un ser holístico (todo influye en todo). Hay ciertos aspectos que se deberían apoyar con otras terapias pues para asegurarnos un buen tratamiento hay que observar a la persona que tenemos delante no sólo a través de aquello que nos cuenta, sino adentrarnos en su sistema físico (observar también qué desequilibrios pueden existir en este ámbito), en su sistema energético y por qué no también en el emocional dado que en ocasiones la persona  ni siquiera sabe que le está pasando.

La naturopatía, la biorresonancia cuántica, la reflexología o la radiestesia, por citar solamente algunos de los métodos alternativos, son buenas herramientas para apoyar el tratamiento con esencias florales.

En fin, que cada uno siga su camino y cada uno ocupe su lugar.

viernes, 10 de diciembre de 2010

PURA METAFÍSICA

Anoche acabé de leer un libro que ya he citado en otras ocasiones de Louise L.Hay que se llama "Usted puede sanar su vida" y que me ha sorprendido gratamente, no tanto por lo que en él cuenta que no es novedoso, sino por cómo lo transmite y la organización de sus capítulos para que el lector los ponga en práctica como si acudiera a la consulta de un terapeuta.

Louise L.Hay nos dice básicamente que somos nosotros los que creamos nuestra vida con nuestros pensamientos, algo que empezó a estar muy en boga con la publicación de "El secreto" y que en realidad no nos contaba ningún secreto: metafísica. Y esto es tan antiguo como la ciencia que trata de "ir más allá de lo físico" y estudiar las leyes que rigen el Universo. Sin embargo, considero que no viene mal que alguien venga a recordárnoslo de vez en cuando, para que seamos conscientes de por qué en nuestra vida somos y tenemos determinadas cosas.

Lo que más interesante me ha parecido de este libro es que profundiza en lo que llamamos nuestras creencias individuales. Por ejemplo, si tenemos la autoestima baja podemos creer que no merecemos que nos traten bien y en consecuencia podemos atraer a nuestra vida personas realcionadas con esa creencia de no merecimiento. Y lo mismo ocurre con los demás aspectos de la vida; Podemos creer que no merecemos tener dinero o no merecemos tener bienestar y así podríamos citar una larga lista.

Esto va muy ligado a la PNL cuando los alumnos revisan su sistema de creencias (unos pueden creer que son tímidos, otros que son tontos, otros que son feos...) y se dan cuenta de que esas creencias fueron transmitidas desde bien temprano por su entorno más cercano, bien en la familia o bien en el colegio. Y la clave más importante de todo esto es que cada uno de nosotros tenemos el poder de transformarlas en el momento presente.

Estas creencias actúan en nuestra contra dado que aquello en lo que estamos creyendo es lo que atraemos, ¿y qué ocurre entonces? Que seguimos teniendo más de lo mismo.

Recuerdo la primera clase de PNL cuando Pepa Kern nos decía que la visualización (otro concepto que trata la autora en el libro mencionado) es de suma importancia para crear nuestro futuro y nos instaba a crear las imágenes que queríamos ver, los sonidos que nos gustaría escuchar y los sentimientos que íbamos a experimentar.
He de decir, que cuando escuché a Pepa decir que nosotros teníamos capacidad para crear nuestro futuro (anteriormente me había leído "El Secreto") me parecía una tontería y además imposible. Algo que decía la gente extremadamente positiva para seguir siéndolo. Claro, yo tenía muchas creencias limitantes en torno a mi persona y a la vida en general, y todo eso me parecían cuanto menos milagros, y como tales, pensaba que éstos díficilmente se realizaban.

Alguno estará pensando ahora que ya que se acerca el sorteo de Navidad va a visualizar que le toca el gordo. Pero no se trata de eso (o sí, yo desde luego no lo he comprabado, lo visualizaré...), sino de revisar a fondo aquellos aspectos de nuestra vida que no acaban de funcionar o que queremos cambiar para relacionarlos con nuestras creencias y ver qué todo eso se originó hace mucho tiempo y que ahora podemos cambiarlos. (¿Os acordais del eslógan de este verano cuando la selección española de fútbol ganó el Mundial? "Podemos").
El libro de Louise me parece estupendo porque funciona de maravilla como libro de autoayuda, pues el lector puede practicar cada capítulo como una sesión con su terapeuta. 
Ahora que lo he finalizado tengo que volver a retomarlo para profundizar algunos aspectos pero os quería comentar que ya he empezado a trabajar aquellas afirmaciones que quiero reforzar y que me ha sorprendido el resultado para bien.
Quizás sea porque lleve ya más de un año realizando un intenso crecimiento personal, o quizás ahora me lo crea de verdad.

No es que un día empieces a decirte que eres estupendo y ya lo seas. No. Este es un trabajo continuo y cuanto más nos adentramos en el viaje interior nos damos cuenta de que todavía quedan cosas por limpiar. Pero poco a poco se consigue mucho y os quiero animar a aplicar la metafísica. Que no os vendan ningún secreto, es simplemente pura metafísica.

No os enfadeis si un día concreto os levantaís con la siguiente afirmación: "Hoy es un día estupendo" y os pasa como a una servidora que en ese estupendo día fue a ducharse y no había agua caliente, en consecuencia llegó tarde a la peluquería, tuvo una clase horrible por la tarde y el día estupendo se convirtió en un día horroroso. Tengamos en cuenta que también existe la Ley de Murphy y que a lo mejor a la primera intentona no nos sale como queremos pero hay que tener tesón pues como dice la autora: "Si los niños abandonaran la primera vez que se caen jamás aprenderían a andar".

Y quiero finalizar este post haciendo un par de reflexiones. Por una parte, ¿creeis que sólo nosotros creamos la realidad o que otros también la crean por nosotros? Porque el resto de gente también piensa en nosotros. Si nos ven sonriendo quizás nos recuerden siempre sonriendo, pero si nos ven refunfuñones, la imagen y aquello que piensen de nosotros tendrá que ver con nuestras quejas. En mi opinión creo que nosotros creamos nuestra vida en un tanto por ciento y los demás también tienen mucho que ver en esa creación.

Y ya para finalizar me gustaría puntualizar que quien sea el que maneje los hilos de esta absurda sociedad actual nos ha enseñado lo contrario, a la negación. Luchamos contra el sida, contra el cáncer, contra la violencia de género... Y todo cambiaría si luchamos a favor de la salud o del amor en estos casos concretos. Hablemos y pensemos en positivo y las cosas darán un vuelco para bien. La frase de Santa Teresa de Calcuta lo resume bien: "No me llameis para hacer ninguna manifestación en contra de la guerra, llamádme para marchar a favor de la paz".

Salud y amor para todos.

Buenas noches