martes, 2 de noviembre de 2010

APROVECHAR EL MIEDO

Miedo (def. de la R.A.E.): Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

La sola mención de la palabra miedo da miedo ¿Quién no ha experimentado miedo alguna vez en su vida?

El miedo, como casi todo, tiene dos polos: uno bueno y uno malo. Cuando nos paraliza esta emoción es muy negativa porque no nos permite avanzar hacia aquello que deseamos, sea lo que sea, y propicia, por consiguiente,que nos quedemos anclados a formas de pensamiento o conductas que no podemos cambiar por miedo. Por el contrario, es positivo cuando nos hace huir de un peligro real o imaginario.

Siguiendo con el tema que nos ocupa, me gustaría añadir una apreciación que he ido observando: aquellos que por una razón o por otra no tenemos más remedio que convivir con esta emoción podemos sacarle mucho partido si nos sabemos aprovechar de él. Porque si hablamos de miedo también hablamos de su opuesto, del valor o coraje y podemos utilizarlo a nuestro favor, jugar con él, para saltar esas barreras que construye en torno a nosotros y tomar por fin el timón de nuestro barco.

Ahora pensareis que decirlo es muy fácil pero hacerlo es otra cuestión (y os lo dice una servidora que tiene muchos)...Y os preguntareis: ¿Cómo podemos poner esto en práctica? Lo primero para empezar a hacerlo es algo tan obvio como ser conscientes de ello, es decir, ser valientes y darnos cuenta de que lo que tenemos no es otra cosa salvo miedo. Para hacer esto es necesario realizar una instrospección, bucear en nuestro interior y verlo. En este paso debemos ser más listos que aquello que nos limita porque el miedo suele disfrazarse de dudas (este atuendo lo utiliza bastante), sentido del rídiculo, animadversión o rechazo por cualquier cosa...

Una vez reconocido, lo segundo que hay que hacer es mirarlo de frente para después cogerlo de la mano e ir caminando con él (poco a poco porque no hay prisa) y juntos ir sorteando sus malabarismos que siempre irán encaminados a que no actuemos y a hacernos sentir mal. No pasa nada si a la primera él nos tira de la mano con más fuerza y nos vence, porque intentándolo sucesivamente le igualaremos el pulso y le iremos engañando.

Os animo a realizarlo, a sacarle partido a vuestros miedos y vereis de lo mucho que puede hacer por vosotros. Puede que os sorprendais de todo lo que podeis conseguir...

5 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, Nuria.
    Yo hace años que cambié el chip y ahora, para mí, el miedo es una razón para hacer algo. En el mismo momento siento miedo, razón de más para tirar pa'lante.

    ResponderEliminar
  2. Interesante lo que dices sobre los disfraces que utiliza el miedo, nunca lo había visto desde el punto de vista de las dudas...

    Gracias Nuria por tus aportaciones.

    Celso

    ResponderEliminar
  3. Gracias a vosotros también Celso que me aportais muchas otras cosas.
    Sí Natalie, a partir de ahora, veo el miedo como un motivo para hacer aquellas cosas que me dan miedo y de esa manera podemos transmutarlo. Parece una tontería pero funciona.
    Y gracias al miedo somos capaces de hacer cosas. Yo lo quiero ver de esa forma: o seguir adelante con él o mantenernos en el mismo punto porque nos da miedo...
    En fin, esto es un continuo aprendizaje...

    ResponderEliminar
  4. Nuria, ciertamente tus reflexiones sobre el miedo son muy acertadas.

    Estarás con migo que el miedo es simplemente un estado de ánimo, un estado de ánimo que como dices tiene su parte positiva y su parte negativa lo que es incontestable es que la única manera de quitárnoslo es enfrentándonos a el.

    En el transcurrir de mis años que ya son unos pocos, he tenido que enfrentarme a muchos tipos de miedos; miedo a no llegar, miedo a perder, miedo a no tener, miedo al que dirán, miedo a lo tenebroso, miedo a la enfermedad, miedo al dolor, miedo a lo desconocido……

    Visto así dirás, este tipo es un miedoso ha pasado toda su vida con un estado de ánimo fatal. Pues no, la vida es todo eso y mucho más pero encontrar la parte positiva es la recompensa, afrontar el miedo sin dar rodeos es la mejor de las medicinas.

    NO ES MÁS VALIENTE EL QUE MENOS MIEDOS TIENE SINO EL QUE MEJOR LOS AFRONTA.

    Paco.

    ResponderEliminar
  5. Qué interesantes tus reflexiones Paco! Me ha encantado tú última frase para concluir: "No es más valiente el que menos miedos tiene sino el que mejor los afronta" y como tú bien dices la vida son muchas cosas y quien busca lo positivo lo encuentra...Me has dado una idea para otro "post" futuro que es el poder de nuestra mente para crear nuestra realidad.
    Me quedo con AFRONTAR para superar.Me parece que es el primer paso, la clave que nos da acceso al siguiente escalón: la superación.
    Muchas gracias por tus aportaciones y hasta la próxima!

    ResponderEliminar