martes, 8 de febrero de 2011

AGRESIVIDAD Y TRISTEZA: DOS POLOS DE LO MISMO

La rabia y la pena son dos polos distintos de la misma cosa. Si lo leemos sin más nos parece increíble como dos sentimientos en apariencia tan distintos puedan significar lo mismo, pero si profundizamos bien nos daremos cuenta de que ambos son provocados por el dolor.

En un libro que ya he citado en otras ocasiones titulado "La enfermedad como camino" decía algo así como que la depresión surge a raíz de una agresividad contenida y en el último mes he tenido la oportunidad de experimentarlo personalmente. Esta ha sido una de las causas (aparte de un estrés por diversos motivos) por las que durante el mes de enero no pude escribir ni una sola línea en este blog.

Para mi enero de 2011 ha sido el mes en el que más rabia he experimentado hasta ahora. Una rabia intensa con la que se me hacía muy difícil convivir. Creía que ésta había surgido a raíz de la Ley Antitabaco que entró en vigor el pasado 2 de enero (que es cierto me da mucha rabia, para qué lo vamos a negar), pero día tras día observaba cómo aumentaba mi agresividad se dirigía a muchos frentes y no la podía ni quería contener. Es mas, si algo he aprendido hasta ahora es que lo mejor es dejar salir cualquier sentimiento que tengamos sin juzgar si es bueno o malo. Todo debe fluir para encontrarnos en equilibrio, aunque a veces parezca que nos agotamos porque ese flujo nunca cesa.

Empecé a analizar qué me estaba pasando y empecé a sentirme muy triste porque no me reconocía tan rabiosa (no me aceptaba de ese modo) y no entendía el por qué de mi estado de ánimo.
Dio la causalidad (me gusta más hablar de causalidades que de casualidades) que semanas atrás me habían pedido tratar el caso de un paciente con una depresión por duelo y de pronto recordé unas líneas de un texto que había preparado para ese caso en concreto. En él decía que lo más común tras la pérdida era la rabia que se experimentaba y caí en la cuenta de que efectivamente una cosa y otra iban ligadas.

Cuento todo esto porque me gustaría compartir con vosotros estas cuestiones, si es que alguna vez experimentais lo mismo, para que sepais hacía dónde dirigir la mirada para volver a recuperar vuestro centro. Y esa mirada debe ir en dos direcciones, desde mi punto de vista. En primer lugar hacia vuestro interior porque siempre hay cosas que no hemos sanado (bien una conducta que tuvimos en un momento dado y que nos gustaría haber cambiado o bien algo nuestro que todavía no hemos aceptado), y en segundo lugar hacia el exterior (ver qué clima social impera en esos momentos).

En mi caso se daban las dos circunstancias. Aún debo aprender a no juzgarme, a dejar ir el pasado, a decir NO a aquello que no deseo...Y aunque parezca mentira la intolerancia que flota en el ambiente, la negatividad generalizada, es algo muy contagioso de lo que nos debemos proteger. ¿Cómo? Pues me voy a echar piedras sobre mi propio tejado pero yo empezaría diciendo que no viendo la televisión, porque lo que nos transmiten es simplemente una visión parcial de la realidad y sin darnos cuenta hacen que enfoquemos nuestra atención en todos los desastres posibles. Y aquello en lo que enfocamos nuestra atención es lo que tenemos.

Quiero finalizar hoy diciendo que os expreseis de forma que os sea más beneficiosa. Gritad si es preciso o apuntaros a una clase de kickboxing. Esta es la mejor terapia que hay. Y después aceptaros con todo pues no hay sentimientos buenos o malos, sólo hay sentimientos y ninguno nos es ajeno.

Ahora mismo me encuentro todavía en esa fase en la que colea la tristeza. Me he saturado con demasiadas cosas internas y externas, y me encuentro baja de energía en muchos sentidos.
Necesito un respiro, relajar cuerpo y mente, ya que este comienzo de año ha sido muy intenso, pero será un paréntesis breve porque quiero que los proyectos que tengo programados sigan su curso. Afortunadamente, cada piedra que nos encontramos en el camino nos aporta herramientas para sortear los baches y con ellas éstos son menos profundos.

Desaprendemos para volver a aprender de nuevo. Sé que este año va a ser convulso en muchos sentidos (2010 ya lo fue), somos muchos los que nos encontramos un poquito "removidos" (así nos referimos los "raros" que estamos inmersos en este campo a los estados de ánimo encontrados) pero el tiempo requiere "limpiar" y dejar marchar para dar paso a lo nuevo. Cada cosa tiene su tiempo y ahora es tiempo de mirar (no sólo de ver) hacia dentro y hacia fuera.

Disfrutad y salud para tod@s.

¡Hasta pronto!

martes, 1 de febrero de 2011

EL CAMBIO QUE VIENE

Es la primera vez que me pongo a escribir un post sin saber muy bien qué voy a decir. Y llevaba tiempo queriendo escribir sobre un tema que a mucha gente (sobretodo a los que no están familiarizados con el cambio de conciencia) le puede resultar extraño. El tema del que os hablo es del 2012 sobre el que se ha escrito mucho e incluso se ha llevado al cine en no pocas ocasiones.
Dicen que el 2012 marca el fin de una era y el comienzo de otra. Yo, como tantos otros, sólo había tenido conocimiento de esto a través del cine en películas que hablaban del fin del mundo y de otras historias parecidas, aparte de las interpretaciones que se han hecho de los mensajes de Los Mayas y de Nostradamus entre otros no siempre con acierto desde mi punto de vista.

En fin, que sí que sabía que en el 2012 iba a pasar algo y que no era bueno porque seguramente el Sol se comería nuestro planeta y desparecería todo de la faz de la Tierra (mensajes todos ellos muy esperanzadores). Obviamente no me creía tales despropósitos y lo dejé archivado en algún rincón de mi memoria.

Fue a raíz de atravesar ese estado ansioso-depresivo que comenté al principio de este blog y al frecuentar otros ambientes cuando empecé a escuchar eso del cambio de energías que se están sumergiendo en nuestro planeta que podemos sentir como una crisis personal o existencial, o con diversos síntomas físicos incluso, tales como leves mareos repentinos, pitidos y sonidos en los oídos (es como si estuviéramos sintonizando una nueva emisora en la radio), nerviosismo etc. Eso sí, es bueno someterse a un chequeo médico y no achacar siempre estos síntomas al cambio de energías. Habiendo descartado esto, ya sabeis a qué se pueden deber algunas cosas a las que no encontrais una explicación racional.

El cambio que ya se está gestando...

En este epígrafe quiero explicar de una manera muy superficial la información que he podido recopilar sobre el tema. No voy a releerla, simplemente voy a escribir aquello de lo que me vaya acordando y lo que pueda intuir que os pueda ilustrar un poquito el tema.

Si de algo somos conscientes es que desde hace unos años sufrimos una crisis intensa. Lo que nos transmiten es que es una crisis económica porque vivimos en un mundo en el que prima el valor del dinero, pero si ahondamos más vemos que está crisis no es sólo económica. Es una crisis de valores, cultural, social y además a nivel individual (somos muchos los que en estos últimos años nos hemos sentido en crisis) y colectiva (nos afecta a nivel mundial). Cada vez estamos más enfrentados por las tonterías más diversas, cada vez andamos más pérdidos (o quieren hacer que nos perdamos), cada vez lo vemos todo más negro. Pero a la vez, cada vez hay más personas cambiando (su escala de valores, planteándose aquello que jamás se hubieran atrevido a plantear...) y esto es un indicio de que algo se está moviendo.

He titulado este epígrafe el cambio que se está gestando porque ya lo hemos iniciado, incluso sin ser conscientes de ello. Los que saben del tema dicen que los años 2010, 2011 y 2012 son los llamados "años de la triada", esto traducido al castellano quiere decir que son tres años de preparación, de gestación para renovarnos. Y desde mi punto de vista van a ser los más convulsos, pues a toda nueva etapa de esplendor precede el caos en el que ya nos hallamos inmersos.

Son estos unos años en los que vamos a tener unas posibilidades enormes para evolucionar hacia un mundo más justo. Y ese mundo va a transformar todos los ámbitos y en todos ellos habrá gente preparada para llevar a cabo ese cambio. La educación no va estar ni concebida ni configurada como lo está ahora (y no es raro, si nos fijamos en la desgana de los jóvenes y en cómo están estipulados los planes de estudio), también va a cambiar radicalmente la política como hoy la concebimos (la mayoría de la sociedad ha dejado de creer en la política, cosa que tampoco es de extrañar viendo cómo se hace política hoy en día) y así podría citar ejemplos en todas las esferas.

Dicen que finalizamos la era de Piscis que era individualista a tope (primaba el individuo sobre la colectividad. Lo que se ha llevado hasta ahora es eso de: "Si puedo te piso con tal de beneficiarme yo") y vamos a entrar en la era de Acuario en la que va a primar el esfuerzo colectivo (sería totalmente a la inversa de Piscis. Iremos desde la individualidad para beneficiar a la colectividad).
Vamos a despertar, ya estamos en ello (unos más que otros pues cada cual sigue un camino, un ritmo, y cualquiera es bueno), y a transmutar todos los sistemas obsoletos que existen hoy por unos nuevos.

No me quiero aventurar a decir qué es, sobre todo porque no lo sé. Pero estoy convencida de que va a ser algo muy bueno. La Tierra está cambiando su frecuencia vibratoria y nosotros cambiamos con ella. Dicen que vamos a acceder a planos de conciencia superiores (os recomiendo ver la película "¿Y tú qué sabes?" para entender un poquito esto) y que vamos volver a los tiempos de la Atlántida Dorada, que no fue ficción como muchos creen.

Y yo creo que detrás de todas estas palabras rimbombantes que se utilizan, y que son necesarias pero que pueden dificultar la comprensión de aquellos que no estén familiarizados con este lenguaje, vamos a entender el sentido de la existencia de un modo amplio. Romperemos la polaridad que ahora rige todo, nos abriremos a la compasión y a la comprensión, abandonaremos el juicio, las religiones maniqueistas, promoveremos la paz, acabaremos con los maestros porque despertaremos a nuestro maestro interior y por fin todo fluirá volviendo a su estado natural.

Nos hemos intoxicado con demasiada basura y ahora es tiempo de limpieza (empezando por nosotros mismos y siguiendo por nuestro entorno). es hora de desechar lo que ya no os sirva (ya sean creencias, pensamientos, amistades) y seguir nuestra intuición, sin escuchar los mensajes desalentadores que nos llegan de diversas fuentes, porque sea cuál sea nos llevará allá donde tengamos que estar.

Con esto sólo me queda deciros: mucho ánimo a todos y en lo que podamos nos echaremos una mano (¡o dos!).

Besitos!

(Si alguien quiere profundizar más en este tema que me mande un correo a: malenu83@hotmail.com y le facilitaré más información al respecto).